CONVERSACIÓN

Hablar de virtudes y de empresa o empresarios no es habitual. Cuando menos levanta cierto escepticismo, si no cinismo. Se asume en nuestra cultura que la empresa está tocada por un pecado original, el egoísmo inherente a su naturaleza esencial: el ánimo de lucro. En las escuelas de negocios se suele acompañar el corpus académico de algunos seminarios sobre ética empresarial. Desgraciadamente, estas materias suelen contar con poco predicamento entre sus alumnos y parecen más bien alejadas de la vida de los empresarios y sus preocupaciones reales.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, las empresas y los empresarios han comenzado a reflexionar muy en serio sobre su responsabilidad social, tanto hacia el interior de la propia empresa como hacia la sociedad y el mercado. Los llamados criterios ES&G (por sus siglas en inglés environment, social and governance) están en el centro de la estrategia y la gobernanza de las grandes empresas y paulatinamente van formando parte de la sensibilidad de las pequeñas y medianas. Ya no basta con ganar dinero y tener éxito para ser un buen empresario, ahora además hay que ser “bueno” y esto significa preocuparse y ocuparse de los problemas sociales y comunitarios, empezando por los medioambientales, y por supuesto demostrando una ética incuestionable en la toma de decisiones y la gestión (gobernanza).
Este nuevo énfasis en la “ética” lleva a algunos a considerar si es esta una “conversión” de las empresas, que hasta ahora vivían de espaldas a la ética o más bien es una forma de capitalismo moralista, a tenor de que los empresarios por su propio papel ya son éticos pues aportan valor a la sociedad a través de su contribución en términos de empleo, bienes y servicios, impuestos etc.
Para hablar de los empresarios y las virtudes que han de cultivar si quieren serlo, así como de la función social que realizan y de la naturaleza ética o buena de su papel en la sociedad, hemos invitado a dos expertos que han reflexionado ampliamente sobre la función social de la empresa. Miguel Ángel Sanz es Doctor Ingeniero Industrial, ha ocupado puestos de alta dirección en diferentes multinacionales y actualmente es socio-consultor de organización en Madavi. Con el conversará Agustín García Inda, actualmente director de la Corporación Pública de Aragón, Doctor en Sociología de las Organizaciones, Licenciado en Derecho y Administrador Civil del Estado. Ambos cuentan con diferentes publicaciones sobre ética y economía.
Al final de la sesión esperamos haber arrojado alguna luz sobre qué virtudes requiere cultivar un empresario para ser bueno y en qué medida se requiere ser virtuoso para ser un buen empresario, es decir para tener éxito. Es probable que descubramos, que al contrario de lo que la cultura popular tiende a plantear, que el empresario de éxito es el que carece de escrúpulos, sucede que el éxito, el éxito sostenible, es fruto de una vida buena y virtuosa.