FALSTAFF. El humor y el poder

Falstaff es el gran personaje de Shakespeare y, quizá el primer personaje «redondo» en la ficción. Si Hamlet es el embajador de la muerte, Falstaff lo es de la vida. Representa el final de una época, pero es un meteoro que atraviesa los tiempos con su picardía y su ingobernable sentido vital. ¿Quién puede dominar el humor? Falstaff representa el más poderoso detergente contra la grasa moral del poder. Pero la risa es molesta, porque es fácil, es gratuita y, si es inteligente, tanto peor. Falstaff representa la libertad en un tiempo hipersensible.

La relación entre Shakespeare y Welles venía de antiguo, tanto en el cine como en el teatro, pero es con “Campanadas a medianoche”, rodada en España en 1965, cuando su inmersión en el mundo shakesperiano es más profunda. Welles se sentía bastante identificado con este personaje libre, inteligente, bufo y amante de la buena vida. En su versión cinematográfica recoge fragmentos de diversas obras del genio de Strafford  para lograr una adaptación, una recreación, libre y original con vida propia, plena de hallazgos narrativos y visuales.