Tener o no tener: Salud. ¿Es la cuestión?

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Tener o no tener: Salud. ¿Es la cuestión?

La salud es lo que cuenta, es la frase que más se nombra cada año en España el 22 de diciembre cuando comprobamos que el gordo de la lotería no está entre nuestros boletos, el plan B de ser millonario ese día es tener salud. 

Vino una pandemia a paralizarlo todo, no solo a peligrar nuestra vida, nuestra salud, la vida de los que queremos, si no también a tambalear nuestros trabajos, nuestra economía, nuestro crecimiento.

He escuchado decir en alguna tertulia que la enfermedad nos pone a todos en el mismo sitio, que no distingue de ricos y pobres, de buenos y malos. Y no puedo estar de acuerdo, he estado asistiendo a enfermos de COVID-19, y no, ante la salud o la enfermedad no somos iguales.  En tiempos de escasez de materiales, de test y de acceso a respiradores, nuestros dirigentes, políticos, realezas y futbolistas nos lo han demostrado. 

Los datos que los mapas de infección de COVID de nuestra ciudad siguen demostrando una tasa de infección mayor en los distritos postales que tienen mayor hacinamiento por vivienda, peores condiciones económicas, salud mas vulnerable y mayor población migrante.

El derecho a la Salud es uno de los derechos fundamentales recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El acceso sin discriminación por motivos de raza, edad, pertenencia a grupo étnico u otra condición; con un sistema sanitario de carácter universal, público y gratuito. Está recogido en el objetivo 3 de la Agenda 2030 en la que el Gobierno de Aragón está comprometido y a quien compete impulsar.

Como respuesta directa a la situación a la pandemia, la razón y el sentido común, y sospecho que “la necesidad o miedo” de autoprotección llevó el pasado 8 de abril al Departamento de Sanidad de nuestra Comunidad Autónoma a incluir temporalmente en el Registro de Usuarios del Sistema de Salud a aquellos residentes que no tenían acceso a los servicios de salud y que hasta ahora impedía o dificultaba su inclusión con normativas y vacíos legales.

Las razones de Salud Pública han dejado clara la necesidad de protección de la salud sin ningún tipo de discriminación para todos. Todos los agentes sociales a través de la Estrategia Aragonesa para la recuperación social y económica solicitaron el pasado mes de junio el blindaje de lo universal: y el mantenimiento de la tarjeta sanitaria sin excepciones y sin límite temporal.

¿Qué ha ocurrido con esta medida provisional de acceso a la Salud? ¿Hemos sufrido una desmantelación del sistema de salud por la inclusión sin barreras de los migrantes a nuestros centros de salud y hospitales? 

Los argumentos esgrimidos hasta ahora se han caído por su propio peso, la salud individual está inexorablemente al lado de la salud comunitaria. La burocracia puede ser un ardid o un instrumento de gestión eficaz. No ha sido difícil gestionar las tarjetas sanitarias y las inscripciones en el sistema sin necesidad de pedir miles de citas y papeles imposibles de presentar y justificar. Nadie ha dejado de tener acceso a la salud por la inclusión de una población que solo solicita asistencia cuando realmente son necesarias. 

La responsabilidad sobre la salud individual nos afecta a todos, y ahí está bien claro con los rebrotes por acciones irresponsables.

La Plataforma de Salud Universal, viene luchando y defendiendo un sistema público de salud de calidad y de acceso universal, poniendo voz a las injustas normativas que se han ido promulgando estos últimos años. Ha tenido que venir una pandemia que de forma práctica demostrara sus tesis. La salud es para todos, y todos somos los ciudadanos y ciudadanas que hemos vivido y convivido en esta situación en la puerta de al lado. Que nos hemos ayudado y prestado asistencia sin solicitar papeles, solo con la palabra y buena ciudadanía. Los legisladores deberían hacer la lectura de lo que ha ocurrido a pie de calle, y legislar en consecuencia. 

En mi unidad de aislamiento, cuando quedaron camas libres, ingresó un paciente musulmán, estaba en periodo de Ramadán, y en el menú del centro no había alternativas, solo me costó un mensaje de 8 palabras solicitar apoyo en su dieta, en menos de una hora, ya tenía organizado el menú para traerle en la ruptura del Ramadán cada noche. Una de mis profes de quinto de primaria siempre me dijo que no me acostara sin aprender una palabra de más. En estos meses hemos aumentado nuestro vocabulario con muchas palabras nuevas, anticuerpos, coronavirus, antígenos, PCR’s, …, yo me quedo con hermandad. Reconoce a tu hermano, y eso marcará tu vida.

 

Rocío Giménez Sánchez

 

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